Mi querida gaviota que voló de mis brazos y no la pude retener. Le costó aprender a volar pero consiguió alzar sus alas y volar.
Baja de esa carreta de tristezas;
mírate en el espejo por vez primera;
hurgando en la verdad, buscando la verdad,
siente como si fuera la vida nueva.
Siente como si fuera la vida nueva;
oyelos uno a uno latir con fuerza,
porque es tu corazón lo que hay bajo el temor;
permítele decir lo que sabe decir tan bien (bis)
y llora.
Llora tus verdades, alma en pena;
y huya la mentira por la puerta;
que se lleve e dolor; adios por siempre, adios;
agota tu llorar y, cuando no te quede más, levántate (bis)
y sonrie.
Gira tu mirada y observa
cómo a tu lado todos los sueños cuentan;
sin sueños no hay fin, nada que perseguir;
sigue tus sueños y haz de ellos verdades.
Sigue tus sueños y haz de ellos verdades;
porque no vendrán solos a despertarte;
sólo se materializarán si crees que lo harán;
la vida inventarás y te dará lo que pidas (bis)
de corazón.
(20/12/2002)
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